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Hoy, desde ZEN Apartamentos queremos enseñarte la Plaza Mayor de Cáceres. Es el punto principal de entrada a la ciudad monumental. Esta plaza limita por el este con la muralla, el más conocido, con la torre de Bujaco, el arco de la Estrella, la torre de los Púlpitos, la torre de la Yerba. Al sur, se encuentra el ayuntamiento y el foro de los Balbos, y comienza la calle Pintores, la más comercial de Cáceres. La fachada oeste destaca por sus soportales y está repleta de bares, restaurantes y diversas tiendas.
Historia de la Plaza Mayor de Cáceres
Las primeras viviendas extramuros se construyeron junto a la Torre de Bujaco en 1303. Después, en 1478, llegó la Judería Nueva, próxima a la Plaza Mayor. La ciudad ya contaba con la judería vieja, las casitas alrededor de la iglesia de Santiago. Se decidió que entre esos dos barrios era ideal crear un espacio abierto rectangular para que los cacereños organizaran ferias, mercados y eventos para disfrutar en comunidad, en la conocida como «plaza pública».
Enseguida la plaza se convirtió en el centro de reunión donde los cacereños celebraban fiestas, comerciaban sus productos y los artesanos como zapateros, sastres, o pintores hacían negocios. La actividad se consolidó de tal manera que en el siglo XVI se construyeron los soportales, convirtiéndolos en un centro gremial.
Con el paso del tiempo, aquella animada plaza polvorienta se convirtió en el corazón de la vida social y comercial de Cáceres, la Plaza Mayor por excelencia.
Dentro de las murallas estaban los nobles y el clero, mientras el pueblo llano ocupaba el arrabal. Azotada por pestes y carestías, la ciudad crecía poco. No fue hasta el siglo XIX, cuando llegó la Audiencia Territorial, que Cáceres se expandió de verdad, convirtiendo a la Plaza Mayor en el corazón económico y social. Así, esta emblemática plaza ha visto crecer a la ciudad de un núcleo medieval a la capital que es hoy…
Arquitectura de la Plaza
La mayoría de los edificios que rodean la plaza tienen tres alturas y son bloques de vivienda. También hay edificios religiosos, como la ermita de la Paz, institucionales como el Ayuntamiento y establecimientos hoteleros. Desde hace algunas décadas, se ha impuesto la tendencia de encalar las fachadas, aunque anteriormente era común el uso de un enfoscado terroso imitando falsa sillería.
Torre de Bujaco
La magnífica Torre de Bujaco es una joya histórica que atesora fascinantes historias del pasado de Cáceres. Imagínate a los antiguos habitantes de la ciudad musulmana contemplando esa imponente torre que coronaba la muralla, testigo mudo de intrigantes episodios históricos.
Anteriormente llamada «Torre del Reloj» por albergar el reloj del Ayuntamiento, este emblemático bastión después fue bautizado como «Torre Nueva» por su cercanía a la puerta del mismo nombre. No fue hasta el siglo XX que adquirió su nombre actual de Torre de Bujaco, quizás relacionado con el califa Abu-Yacub que brevemente reconquistó la ciudad medieval.
Estratégicamente avanzada respecto a la muralla, esta recia torre cuadrada se unía al camino de ronda mediante un peculiar puente. A lo largo del tiempo se le añadieron tres matacanes para reforzar sus defensas, y bajo uno de ellos se esconde un encantador balconcillo del siglo XVI.
Sus gruesos muros de mampostería con sillería en las esquinas han resistido el paso de los siglos desde su construcción en época musulmana. Encalada durante siglos, hoy luce su piedra desnuda como evocadora muestra de su glorioso pasado tras las restauraciones del siglo XX.
Ermita de la Paz
La Ermita de la Paz, del siglo XVIII, enclavada en el centro de la Plaza Mayor, junto a la Torre de Bujaco.
En sus cimientos reposan los vestigios de una capilla renacentista que alguna vez rindió homenaje a San Benito. Y aquí viene una curiosidad: en el año 1720, la cofradía de Nuestra Señora de la Paz se encontró en una encrucijada. Querían un lugar sagrado, un refugio donde celebrar sus misas. Pero, ¿dónde? Los soportales de la ciudad estaban a rebosar. Así que, con determinación, pidieron permiso al obispo para darle una nueva vida a este espacio. Y vaya si lo lograron.
Tres majestuosos arcos de medio punto, sostenidos con firmeza por pilares de piedra, dan la bienvenida a propios y extraños. Y como si fuera poco, una reja, obra de Juan de Acedo, protege este tesoro.
Al cruzar su umbral, te encontrarás con un espectáculo visual: una bóveda decorada con pinturas y detalles mudéjares que parecen contar historias del pasado. Y en el centro, como si fuera la joya de la corona, un retablo que alberga una delicada imagen de la Virgen con el Niño Jesús en brazos, creación de Pedro Correa.
Arco de la Estrella
El emblemático Arco de la Estrella es sin duda uno de los rincones más evocadores y fascinantes del casco antiguo de Cáceres. Cruzar este arco es como viajar en el tiempo, llevándote siglos atrás.
Erigido en 1726 por el notable arquitecto Manuel de Lara Churriguera, el arco sustituyó a la antigua Puerta Nueva de la muralla. Justo en ese lugar, la mismísima reina Isabel la Católica juró proteger los fueros y privilegios de la villa de Cáceres.
Con su inconfundible estilo barroco, el arco parece un nexo entre la ciudad medieval intramuros y la Cáceres moderna que florecía extramuros, en torno a la Plaza Mayor, antiguamente conocida como Plaza del Mercado.
El arco atraviesa oblicuamente la muralla, abriéndose en abanico, mejorando la estrechez del entorno y conectando así hasta cinco calles diferentes repletas de rincones de interés, como los Palacios Episcopal y palacio de Mayoralgo o la vecina Torre de Bujaco.
En su parte exterior, el arco ostenta el escudo de Cáceres, y en su interior conserva un templete con una imagen de la Virgen de la Estrella, iluminada por un farol en forma de estrella.
Tras algunas disputas con el obispo por el diseño, el arco se financió gracias al Cabildo Cacereño, orgulloso de ver erigida tan bella puerta de entrada a la ciudad.
El Arco de la Estrella es sin duda un emblema imprescindible para conocer la evolución de Cáceres, un tesoro del pasado que sigue maravillando a propios y visitantes.
Torre de los Púlpitos
¡La Torre de los Púlpitos, situada junto al famoso Arco de la Estrella, que reemplazó a la antigua Puerta Nueva! La torre, construida en el siglo XV, tenía un claro propósito defensivo y hoy nos brinda una ventana al pasado fascinante de Cáceres.
Una característica distintiva de la Torre de los Púlpitos es el material utilizado en su construcción: la sillería de piedra granítica. Esta elección de materiales se realizó tres siglos después de la construcción de la muralla almohade, dándole un toque único a esta majestuosa torre. Su planta cuadrada la conecta de forma sólida a la muralla, y en las esquinas, dos pequeñas garitas le otorgan el apodo que todos conocemos.
Una deliciosa sorpresa se esconde en la base de estos torreones: una decoración de pequeñas bolas, un elemento distintivo muy empleado durante la época de los Reyes Católicos. Al mirar hacia lo alto, notarán unas troneras en forma de cruz, diseñadas para permitir el disparo de armas de fuego, recordándonos la importancia de la defensa en tiempos pasados.
Curiosamente, un arco conecta la torre con el jardín del palacio de Mayoralgo, y esta historia es muy interesante. Don José de Mayoralgo, el propietario de la casa, solicitó al Ayuntamiento la construcción de este arco para poder disfrutar de los eventos que se celebraban en la plaza, transformando la torre en un palco privado para deleitarse con las festividades.
Torre de la Yerba
¡La Torre de la Yerba, una atalaya almohade que se alza majestuosamente en la Plaza Mayor de Cáceres!
Esta parte de la muralla, por su particular ubicación geográfica, se sentía más expuesta. Por eso, se decidió reforzarla construyendo más torres defensivas en este lugar tan crucial.
La Torre de la Yerba no es solo una torre cualquiera; es un reflejo brillante de las torres albarranas, tan típicas en las fortificaciones hispano-musulmanas. Al estar un poquito más adelante de la muralla, ofrecía ese extra de protección que la ciudad necesitaba. Sin duda, una táctica muy astuta para mantenerla a salvo.
Estas torres albarranas estaban conectadas al paseo de ronda a través de un puente o arco que, en caso de necesidad, podía ser derribado para evitar que el enemigo avanzara. Un diseño inteligente que evidencia el pensamiento táctico detrás de su construcción.
Adentrándonos en la estructura de la Torre de la Yerba, podemos apreciar su antigua configuración. Poseía un cuerpo inferior macizo que alcanzaba la altura del adarve, desde donde se desplegaban dos estancias, la una sobre la otra. En sus inicios, estaba coronada por almenas en forma de pirámide, tanto una decoración elegante como una protección adicional contra las filtraciones de agua.
Con el paso del tiempo, la torre quedó encajada entre los edificios circundantes hasta la década de los 70, cuando finalmente fue liberada y recuperó su esplendor original. En ese momento, se añadió el almenado que podemos admirar hoy en día, una auténtica muestra de su glorioso pasado.
La construcción de las fortificaciones de Cáceres… Esa es una historia que lleva la marca del pueblo almohade. Imagina, estamos hablando de la segunda mitad del siglo XII. Ahora, este movimiento, con raíces profundamente musulmanas, no se quedó quieto. En 1145, se esparció por toda la Península. Y, ¿sabes? Se quedaron por aquí, hasta la batalla de Navas de Tolosa en 1212 marcaron un nuevo capítulo.
Foro de los Balbos
El Foro de los Balbos se puede apreciar dos elementos realmente significativos; la estatua de la Diosa Ceres y el Pilar de San Francisco.
El pilar de San Francisco, un impresionante abrevadero donde solían beber los rebaños de ganado. Con una arquitectura plateresca que data del siglo XVI, fue construido durante la época de Felipe II, ¡una verdadera joya histórica!
Este pilar se compone de tres partes distintas y llenas de simbolismo. Al mirar de cerca, en dos rincones, los escudos de Cáceres nos saludan. Pero, justo en el corazón, el escudo de los Reyes Católicos se levanta con dignidad. Este, con sus cuatro divisiones, nos cuenta una historia: Castilla y León se asoman en los primeros y cuartos espacios, mientras que Aragón y Cataluña se presentan en el segundo y tercero. Y, en un detalle que no puedes pasar por alto, en la base del escudo, una granada nos susurra sobre el Reino de Granada.
El blasón de Cáceres nos cuenta una historia en su diseño. A la izquierda, un castillo que nos habla de Castilla y, a la derecha, un león que parece listo para saltar, representando a León. ¡Cada pequeño detalle tiene su propia aventura detrás!
¿Sabías que esta maravilla no siempre ha estado en este lugar? Antes de 1970, residía en el puente de San Francisco, pero su relevancia histórica lo llevó a ocupar su actual posición central, ¡un cambio más que merecido!
Pero la belleza no termina ahí. En este rincón especial también podemos maravillarnos con la Estatua Genio Andrógino, cariñosamente conocida como «Diosa Ceres». Originaria de la antigua Roma, esta estatua del siglo I es una verdadera obra de arte. Representa tanto al hombre como a la mujer en una armoniosa simbiosis de géneros.
Las vestimentas de la estatua están muy detalladas, y en su mano izquierda sostiene el cuerno de la abundancia, símbolo de prosperidad y riqueza. Aunque la parte posterior no está minuciosamente esculpida, esto se debe a que su colocación original estaba pensada para que el dorso no fuera visible. La cuidadosa planificación de su exhibición es un testimonio de la atención y consideración que los antiguos artistas le daban a cada aspecto de su obra.
Es importante mencionar que esta es una réplica de la estatua original, que ahora se encuentra en el Museo de Cáceres. Sin embargo, su presencia aquí sigue siendo igual de impactante y significativa para el patrimonio de la ciudad.
Ayuntamiento de Cáceres
El edificio que actualmente alberga el Ayuntamiento de Cáceres es de estilo neoclásico. El arquitecto Ignacio María de Michelena diseñó este edificio. Las obras comenzaron en 1867 y se terminó solo dos años después.
En la planta superior se encuentra el piso noble con una amplia balconada sostenida por vistosas ménsulas. Allí se ubica el gran Salón de Plenos que alberga el gobierno municipal. Como remate, el edificio luce el escudo de Cáceres coronado por una esbelta balaustrada interrumpida en el centro por un frontón triangular con un reloj.
Oficina de Turismo de Cáceres
Ubicada en el corazón de la ciudad, en la Plaza Mayor, esta oficina es el punto de referencia para todos los visitantes que desean conocer más sobre Cáceres.
Horario de Atención:
- Invierno: Lunes a domingo de 10:00 a 14:00 h y de 16:30 a 19:30 h.
- Verano: Lunes a domingo de 10:00 a 14:00 h y de 17:30 a 20:30 h.
Contacto:
- Teléfono: 927 11 12 22
- Dirección: Plaza Mayor, 1, 10003 Cáceres
- Correo Electrónico: [email protected]
- Sitio Web: https://turismo.caceres.es
Remodelación:
En marzo de 2011, se completaron las obras de reurbanización y remodelación de la plaza Mayor. El proyecto contempló la creación de diversos espacios que permiten su uso en cualquier circunstancia, adaptándola a los nuevos tiempos. Ahora cuenta con una Plaza de Verano, una Plaza de Invierno, el nuevo Foro de la Música y un gran espacio libre central para grandes eventos.